La gestión de la corrosión es el conjunto de medidas y acciones que se llevan a cabo para prevenir, detectar, controlar y minimizar el daño causado por la corrosión en un sistema o proceso. La corrosión es un proceso de degradación de un material debido a la interacción con el ambiente al que se encuentra expuesto y que puede causar fallas en equipos provocando daños a las personas e instalaciones.
La gestión de la corrosión implica varias actividades, como:
- Identificar las posibles fuentes de corrosión en el sistema o proceso.
- Evaluar el impacto de la corrosión en la seguridad, la operación y la calidad del producto.
- Desarrollar medidas de prevención, control y mitigación de corrosión, como la selección de materiales resistentes a la corrosión, el mantenimiento preventivo del equipo, o la implementación de sistemas de protección.
- Realizar seguimiento y evaluación continua de la efectividad de las medidas de prevención y control implementadas.
Esta es una actividad primordial en la industria del petróleo y gas dada la corrosividad de los compuestos químicos utilizados en la producción, transporte y refinación los cuales pueden dañar severamente los activos utilizados.
Si no se lleva a cabo una adecuada gestión, se pueden producir fallas en el equipo con consecuencias para las personas, los activos y el medioambiente. Asimismo, el avance de la corrosión puede reducir la vida útil del equipo y aumentar los costos de mantenimiento y reparación.
Los principales beneficios de la gestión de corrosión en la industria de Petróleo y Gas se pueden resumir en los siguientes puntos.
- Seguridad en la operación: permite minimizar fallas que puedan causar daños sobre las personas y el medio ambiente.
- Optimización de la operación: permite detectar y resolver problemas causados por la corrosión, como obstrucciones en los conductos, reducción del caudal, etc., lo mejorando la eficiencia y la productividad de la empresa.
- Reducción de costos: permite prevenir y controlar el daño causado por la corrosión en el equipo, reduciendo los costos de mantenimiento y reparación, y prolongando su vida útil.
- Mejora de la calidad: la gestión de la corrosión permite controlar la contaminación del producto por el óxido generado por la corrosión, garantizando la calidad del petróleo y gas producidos por la empresa.
- Cumplimiento normativo: Ayuda a la empresa a cumplir con las normas y regulaciones en materia de seguridad y protección del medio ambiente en la industria de petróleo y gas, evitando sanciones y multas.